La historia de los "masalas" en mi vida comienza con un comentario de mi hermano Miguel.
Cuando mi hermana se graduó en la universidad, emprendió un viaje por Europa que le llevó (entre otros lugares) a la India. Como es costumbre, de allí trajo cosas muy interesantes de "recuerdito" (es que hasta los tickets usados de tren en los que viajó se los trajo...): ropa (saris), bagatelas, algunos dulces y conservas, y unos "polvitos" muy sabrosos (según mi hermano) que se le echaban a la comida "... y eran bien ricos, muy ricos...!"
Así que, recordando esas cosas en una conversación anodina, se me ocurrió buscar en Internet la receta del "Masala" (que era lo que recordaba mi hermano). Mi sorpresa fué grande cuando me encontré que no era solo un masala, sino que habían una cantidad de masalas... (:S)
En fin, después de leer e informarme acerca de cada uno de ellos (o por lo menos los más comunes) me pareció que el masala básico era el que llamaban Garam Masala. Y así comenzó una afición compulsiva por el mundo de las especias (el que visite ahora mi cocina se encontrará un depósito inmenso de botes, bolsas y frasquitos con cualquier cantidad de cosas dentro), agravada por el hecho de descubrir una tienda cerca de casa al estilo de las manicerías árabes (¡Dios mío! ¡La Cueva de Alí Babá toda para mí!) que en Caracas solo había dos hasta hace unos años atrás,
Así pués, luego del Garam (todo un orgullo) vinieron otros, como el Shichimi, para los cuales emprendí una búsqueda de especies que, en mi vida, nunca tuve noticias de su existencia. Hoy en día tengo un fichero de más de doscientas recetillas con salsas, aderezos, adobos, condimentos, ¡chutneys! (que me dejaron con la boca abierta ¿mermeladas saladas...?). Bueno, ya, aquí va la receta del Chaat, que me parece estupendo para las ensaladas, o espolvoreado sobre pintxos de vegetales crudos.
Ingredientes:
1 cucharada de semillas de comino
1 cucharada de pimienta negra en grano
5 dientes de ajo
1/2 cucharadita de hojas secas de menta
2 1/2 cucharadas de mango seco en polvo (Amchur)
1/4 cucharadita de polvo de asafétida
1 cucharadita de chile en polvo
1 cucharadita de jengibre en polvo
1 cucharada de sal de roca
2 cucharaditas de sal marina
1/4 cucharadita de ácido tartárico o crémor tártaro
Se asan ligeramente todos los ingredientes, excepto la sal, a fuego medio, revolviendo constantemente. hasta que comiencen a soltar el aroma. Retirar y dejar enfriar. Añadir la sal y moler. Se conserva en un recipiente hermético resguardado de la luz y la humedad. Puede ponerse un poco en un salero y servir en la mesa... de verdad... ¡rico, rico!
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